En esta columna publicada en el nuevo periódico semanal en formato sábana llamado AHORA explico que estamos llegando a los límites de lo que puede hacer la política monetaria para sacar a la economía mundial de la unidad de vigilancia intensiva (UVI). Los grandes economistas de nuestros tiempos no se ponen de acuerdo en el diagnóstico de los problemas (¿es un problema de demanda o de oferta?) y por lo tanto tampoco hay un consenso claro en lo que hay que hacer para volver a crecer y salir del estancamiento secular en el que estamos. Estos son tiempos de experimentación, en los que hay que superar la ortodoxia económica. Es decir, vamos a seguir haciendo cosas que hace unos años decíamos que eran herejía…