Cansado de escuchar durante años a muchos analistas y periodistas en España decir que en Alemania hay gente que vive con un minijob (un miniempleo) de 450 euros hace unos meses decidí sentarme con Lars Feld, uno de los sabios económicos alemanes, y Benjamin Weigert, el que fuera secretario del Consejo de Expertos Económicos de Alemania hasta hace poco y ahora está en el Bundesbank, y escribir un artículo de opinión explicando por qué se crearon y cómo funcionan los minijobs alemanes. El mensaje de nuestro trabajo, que ha sido publicado en El País, es que en Alemania no hay nadie que de forma legal pueda tener un minijob si no tiene otro trabajo o tiene ayuda social que cubra los gastos mínimos y el alquiler. En definitiva que los minijobs alemanes son mucho mejor que la precariedad laboral que encontramos en nuestro país.